2/28/2011

Extinción

Recuerdo caminando por aquel estrecho pasaje, de subida, de bajada. Recuerdo la soledad que me abrazaba sin dejarme ir, que no me soltaba y me recordaba más a ti. Recuerdo que no te volví a ver más, que sentí el desprecio de tu sombra caminando tras la mía, sintiéndose obligada a seguir.

Que nuestras voces eran una por mutuo acuerdo, que nuestras manos, aunque juntas, no se tocaban. Que cruzábamos filosas miradas, que nos lastimábamos con cada palabra que guardábamos, que no gritábamos mas susurrábamos en cada beso que nos odiábamos.

Recuerdo aquel infinito del cielo, recuerdo tu cuerpo junto al mío y nuestros rostros viéndose, queriéndose. Recuerdo la lluvia que nos sorprendió y aquel húmedo aroma del pasto y la tierra uniéndose al de nosotros. Recuerdo que nos quedamos tendidos, recuerdo las gruesas gotas que nos acariciaban y nos recordaban lo mucho que nos queríamos.

Que no podría ser sin ti, que no había forma de dejarte, de olvidarte. Que el tiempo que pasamos juntos lo pasamos juntos y que lo disfrutamos como más pudimos. Que siempre estuvimos para nosotros y nunca nos dejamos de lado. Que siempre reíamos y nos amábamos.

Recuerdo las peleas, los continuos insultos y los golpes que me dabas. Recuerdo que me dijiste que no me querías, que hice lo mismo y nos fuimos con lágrimas en los ojos. Recuerdo que te pensé y añoré como nunca, que regresamos sobre nuestros pasos para abrazarnos.

Que recordábamos el amor que nos tuvimos, que nos teníamos. Que a pesar de todo estaríamos juntos. Que a pesar de habernos disculpado las ofensas, la herida nunca cerraría. Que nos fuimos alejando poco a poco, que pasamos a ser nada y a sentirnos cada vez menos.

Recordamos que nada es para siempre, que nadie escapa a esa ley, ni siquiera nosotros.