4/17/2009

Un Día Inolvidable

Estábamos en la playa,
sentados en la suave arena,
no nos mirábamos,
ni siquiera nos hablábamos,
ambos sabíamos que en nosotros algo nuevo iba naciendo,
algo que la gente suele llamar…
amor.

Al fin volteé a verla,
tan hermosa como siempre,
su bronceada piel reflejaba los últimos rayos del sol,
ella se dio cuenta de mi mirada
y también volteó.
Me quedé mudo.

Después de una hora nos levantamos, ya estaba oscuro,
nos disponíamos a regresar a casa,
cuando de repente la tomé de las manos
y besé esos sensuales labios que adornan su bello rostro.

Llegamos a su casa,
me invitó a pasar
y fue ahí donde nuestro amor se tornó más apasionado que nunca;
fue ahí donde yo la hice mía,
y fue ahí tambiéndonde ella aceptó mi amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario