Sonreí, como siempre,
indiferente a mí,
a mis sentimientos,
a lo que soy.
Estreché muchas manos,
besé muchas mejillas,
lloré por dentro
mi hipocresía.
Conversé con ellos,
reí con ellas,
me burlé de mí,
me insulté.
Humillé a mi sombra,
maltraté a mi persona,
me escupí al rostro,
les agradé, mucho.
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